Unas ocho familias que fueron confundidas con militantes de Estado Islámico se vieron afectadas cuando trataban de huir de los combates en la zona, se trata de uno de los más mortíferos ataques individuales contra población civil realizado por la alianza desde el inicio de sus operaciones en este país devastado por la guerra. Imágenes recientes de las secuelas del bombardeo en el pueblo de Tokhar, cercano a Manbij, en el norte de Siria, mostraron los cuerpos de cadáveres de infantes, algunos menores de tres años, entre pilas de escombros.