El autor de estas líneas fue el periodista Delfino Ríos, testigo del asesinato de 303 chinos ocurrido el 15 de mayo de 1911. Es la masacre más violenta de ciudadanos de ese país en la historia del continente americano, según historiadores. La mitad de la comunidad china de Torreón, Coahuila, en el noreste de México fue asesinada.