“De ninguna manera estamos destinados a un futuro sin trabajo”. Ferguson responde a J.Livingston y afirma que el empleo es una decisión política y no una mera función de la empresa privada. El problema es que “A la mierda el trabajo“ de Livingston cae presa de una empobrecida y en cierto sentido clásica ontología social del liberalismo, la cual deifica el orden neoliberal que pretende transformar. Luego a la llamada de atención de “A la mierda el trabajo”, la izquierda debería contestar, “Y una mierda”.