Mercedes comenzó a finales de junio en España una llamada a revisión de diferentes modelos de sus vehículos debido a los riesgos para la seguridad que entrañan los defectos observados de nuevo en airbags fabricados por la empresa japonesa Takata. Takata notificó a Daimler AG, la matriz de Mercedes, que en unas "condiciones climáticas específicas" podrían producirse cambios químicos en el "propelente del generador de gas" de determinados airbags fabricados por la compañía nipona, según se detalla en la notificación de llamada a revisión
Takata se declaró este lunes en bancarrota, lo que pone fin a una larga agonía financiera derivada del escándalo global de sus airbags defectuosos y constituye la mayor quiebra de una compañía japonesa hasta la fecha.
Estados Unidos ordenó el miércoles a la firma Takata reparar entre 35 y 40 millones de airbags más y amplió así el escándalo vinculado a un defecto que causó 11 muertes en el mundo. La orden duplica la cantidad de airbags a reparar y se convierte en el mayor llamado a revisión de defectos en la industria del automóvil estadounidense.
[...]El último siniestro mortal debido a un airbag defectuoso tuvo lugar el pasado 22 de diciembre en el país norteamericano, cuando un hombre de 52 años falleció a consecuencia del estallido de un airbag montado en su Ford Ranger de 2006.
Unos 840.000 coches de BMW, 680.000 de Volkswagen y 170.000 de Audi, tendrán que ser revisados. Algunos airbag de Takata, la marca con la que trabajan las tres compañías, pueden ser defectuosos.
Reguladores en Estados Unidos ampliaron este miércoles el llamado a retirar del mercado airbags de la marca Takata, potencialmente peligrosos, a 7,8 millones de unidades.
El año pasado os informamos de una llamada a revisión de 3,6 millones de coches de diferentes marcas por un posible defecto de airbag. Este proveedor, Takata Corp, es el segundo fabricante mundial de airbags y el primero de cinturones de seguridad. No son unos aficionados, precisamente.