“No somos ucranianos, pero si lo fuéramos, actuaría de otra manera. Me alegra que en solo un año emitiese una orden de arresto contra Putin, pero nosotros nos merecemos eso también”, dice. “Se ha negado a vernos durante tres años. No ha tenido ni una reunión con nosotros. Soy el abogado de las víctimas palestinas y debería darle vergüenza”, dice irritado. “Él debería ser nuestra espina dorsal. Debería ser la voz de los sin voz y defender a las víctimas, pero desafortunadamente es parte de todo esto.