Las redes no tienen la culpa de lo que puedan hacer quienes por ellas se enredan y enredan, son meros canales, pero se pueden convertir en conductos viciados, en pozos negros, sin ventilación alguna, en las conchas perfectas para que aniden y se reproduzcan los solipsistas tribales, cegados por la luz interior que impide su salida de la caverna, presos de causas que comparten en soledad y devoción. Así se convierten en celdas de aislamiento, en lugares que solo registran el eco de la manía propia, absolutamente autorreferenciales.

Humans have always had the impulse to cast alien life in our image [...] In this video by Adam D'Arpino for Aeon, Bell argues that this tendency could actually be limiting us in the search for aliens. “When we start speculating about what advanced extraterrestrials are like, we’re really just talking about ourselves,” he says. “Such failures of imagination can become a straightjacket for our thinking. How can we move beyond solipsism and Hollywood tropes?”