Hace casi siete años, en junio del 2016, el grupo pesquero chino Shanghai Keichuang Ocean Resources integrada en el gigante asiático de la distribución Bright Food depositó 61 millones de euros en un banco de Vigo y se hizo con el 100 % de las acciones de la emblemática conservera de origen familiar Hijos de Carlos Albo. En aquel momento, Xie Feng, presidente de Shanghai Keichuang aseguró en declaraciones exclusivas a este periódico que la compra de Albo no iba a cambia nada, ni en el producto, ni en el empleo.