Isabel Díaz Ayuso sigue subiendo el tono de sus insultos y acusaciones contra Pedro Sánchez mientras, al mismo tiempo, su pareja, Alberto González Amador, se querella contra todo el que osa llamarle “defraudador” o “delincuente confeso”. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha acabado convirtiendo la descalificación en su principal herramienta política y, en los últimos meses, ha llamado al jefe del Ejecutivo “hijo de puta”, “matón”, “tirano”, “mentiroso”, “mafioso” y “caradura”, entre otros insultos.