¿Te has preguntado alguna vez qué pasa luego con el coche que vendiste? ¿Lo vuelves a ver por tu ciudad? ¿Lo cuidan o está hecho polvo? Personalmente, volví a ver mi ex Alfa Romeo 156 unos años después y daba pena como lo habían dejado. Pero eso no es nada en comparación con lo que ocurrió a Mark Oberholtzer, un fontanero texano. En 2012, Mark vendió su Ford F-250 a un concesionario Ford de Houston. Un año después volvió a ver su pick-up en la CNN. ¡En Siria! ¡En manos de Daesh y disparando un cañón antiaéreo! No se podía equivocar, en la...