Las investigaciones se iniciaron a finales del año pasado, después de haber recibido varias denuncias de personas que habían comprado un perro online de tamaño pequeño y que se les había muerto a los pocos días de adquirirlo, algunos de ellos por parvovirosis, una enfermedad muy contagiosa y mortal para dicha especie. Además, los informes veterinarios corroboraban que los perros se encontraban en unas condiciones sanitarias "muy deficientes".