El senador del PP Pedro Agramunt no abandonará sus cargos pese al informe de la Asamblea del Consejo de Europa (PACE, en sus siglas en inglés) que le vincula a un grave caso de corrupción vinculado a la diplomacia de caviar propiciada por Azerbaiyán. Tampoco porque en esta investigación se haya hablado de pagos de sobornos con dinero y prostitutas. Lejos de amilanarse, el cargo popular se ha engallado y ha empezado a cargar contra los miembros de su partido que han cuestionado su actuación.