Nozar protagonizó una de las quiebras más sonadas del final de la burbuja inmobiliaria en 2009, con un pasivo de 700 millones después de que los bancos no se pusieran de acuerdo para salvarla. Nueve años después, el concurso de acreedores sigue empantanado y las entidades dan por perdidos sus créditos. Y sin embargo, vuelven a financiar a sus propietarios, los hermanos Nozaleda, en sus nuevos proyectos de promociones en Madrid.
Obras sin terminar, materiales abandonados, edificios antiguos que se caen... El balneario más idílico del Pirineo languidece día a día, después de pinchar el multimillonario proyecto que iba a convertirlo en un reducto para el turismo de lujo.
Sus directivos piden clemencia al juez para que no liquide una compañía con 400 trabajadores que "empieza a hacer negocio porque todo empieza a moverse" y le permitan salir adelante. ¿Lo merecen?
Hacienda se ha adherido al convenio de Nozar con créditos por 88 millones que podría ejecutar. Soledad García, la directora de la Agencia Tributaria implacable con la deuda del fútbol, fue administradora concursal de Nozar.