Ha transcurrido casi medio año desde que el fiscal general de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, solicitó, el 20 de mayo, que se dictaran sendas órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de defensa, Yoav Gallant por actos crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en la guerra de Gaza. Pero la decisión de emitirlas o no sigue atascada en la “sala de cuestiones preliminares”, un tribunal de tres jueces que debe procesar la petición si ve que hay fundamento.