Al mismo estilo de los Borgia del Renacimiento, las mafiosas familias peruanas invaden la política peruana. Una peste difícil de erradicar y que definitivamente continúan haciendo mucho daño al país. Hasta cuando esta gente de apellidos compuestos y que vienen de aristocracias corruptas instaladas hace décadas dejaran de prostituir la política en América Latina.
