Los bajos precios que caracterizaban a McDonalds y KFC están desapareciendo. Con el fin de aumentar las ganancias, estas cadenas han comenzado a recortar productos de 5 dólares (unos 4 euros) o menos, como sándwiches, refrescos o patatas fritas, para impulsar comidas combinadas más caras que cuesten entre 10 y 30 dólares (entre 8 y 25 euros), según informa Reuters. Durante la pandemia, la comida rápida adquirió un gran protagonismo en detrimento de los restaurantes que se vieron obligados a cerrar como medida de seguridad para frenar la...