La homosexualidad se persigue en África con penas cada vez más duras. Las élites ideológicas africanas suelen atribuir los “actos homosexuales” a la perniciosa influencia occidental y los consideran ajenos a la tradición africana. La mayoría de las leyes que penalizan la homosexualidad en el continente son herencia directa del colonialismo pero la idea de que “esto no es africano” ha calado entre la población.