Según The Washington Post, la inteligencia estadounidense había interceptado la conversación de los funcionarios saudíes que discutían el plan para atrapar al periodista, y aunque el diario no revela los detalles, levanta la sospecha sobre la inacción de la CIA y el hecho de que no le avisaran a la víctima, ni mucho menos prestarle protección. Se trata de un asesinato premeditado: en septiembre el periodista, residente en EEUU, acudía a la embajada de su país en Washington para arreglar sus papeles y poder contraer matrimonio...