Desde su llegada a la presidencia del Gobierno en octubre de 2022 la líder ultraderechista ha tenido como prioridad marcar la agenda de los medios de comunicación y, en la medida de sus posibilidades, controlar lo que estos dicen de su gestión. Lo ha hecho bajo el falso argumento —repetido en la campaña electoral que le dio la victoria— de que durante años la derecha y la ultraderecha han estado marginadas tanto en los medios como en los círculos culturales. La primera ministra se dispone a vender la segunda agencia de noticias del país....