El síndrome de Hikikomori es una forma extrema de aislamiento social. Está influenciado por afecciones psiquiátricas, rasgos de personalidad, dinámica familiar y otros factores. El apoyo familiar, de salud mental y pequeños pasos pueden ayudales a reingresar a la sociedad. "Me convertí en un hiki después de abandonar la escuela secundaria a los 16 años", escribe un usuario de Reddit, "Ahora tengo 37 años con la mente de un joven de 16 años. Dos décadas y no he hecho nada, nunca besé, nunca conseguí un trabajo, solo pasé todos los días en línea.

350.000 surcoreanos de entre 19 y 39 años se consideran solitarios o aislados. El Ministerio de Familia e Igualdad de Género ha aprobado una serie de ayudas para alentar a las personas de entre 9 y 24 años a salir de sus hogares. La medida incluye un subsidio de 650.000 wones al mes para combatir el retraimiento social que afecta a cientos de miles de surcoreanos. El gobierno ha aprobado medidas de apoyo en educación, trabajo y salud para ayudar a estas personas a “recuperar sus vidas cotidianas y reintegrarse en la sociedad”

Los japoneses ya conocían desde los años noventa el fenómeno Hikikomori. Un síndrome por el que los jóvenes se encierra en sí y no tienen contacto con el mundo que les rodea durante meses. Se apartan de amigos, familia, piden la comida por teléfono y ven la vida, a la que temen, a través del ordenador, del que no despegan

El síndrome de hikikomori es un trastorno psicopatológico y sociológico en el que personas que lo padecen se aíslan socialmente de manera voluntaria, no salen da casa -e incluso de su habitación-

No estudian. No trabajan. No van al cine, no acuden a fiestas ni pasan ratos con amigos. Son los 'hikikomori', jóvenes japoneses que se recluyen en sus habitaciones para alejarse de un mundo que estiman amenazante y entran en un círculo vicioso en el que la pérdida de habilidades sociales conduce a más encierro. ¿Cuál es la razón de ese miedo a la vida?

Las gentes de la primera mitad del siglo XXI seremos recordadas por nuestras apasionantes vidas llenas de "suculentas experiencias" Seremos conocidos por todas esas sesiones infinitas en las que nos encerrábamos en casa y esperábamos a que los pilares de la humanidad —comida, sexo y entretenimiento—se desplegaran antes nosotros de forma majestuosa sin que tuviéramos que hacer el más mínimo esfuerzo. Cualquier cosa que creamos que podemos hacer ya lo hace otra persona mucho mejor que nosotros; Instagram ya se ha encargado de que nos demos cuenta

Las gentes de la primera mitad del siglo XXI seremos recordadas por nuestras apasionantes vidas llenas de "suculentas experiencias" Seremos conocidos por todas esas sesiones infinitas en las que nos encerrábamos en casa y esperábamos a que los pilares de la humanidad —comida, sexo y entretenimiento—se desplegaran antes nosotros de forma majestuosa sin que tuviéramos que hacer el más mínimo esfuerzo. Cualquier cosa que creamos que podemos hacer ya lo hace otra persona mucho mejor que nosotros; Instagram ya se ha encargado de que nos demos cuenta

Hayashi Kyōko abandonó los estudios en segundo curso de bachillerato. Fue hikikomori desde los veintitantos. Empezó a recuperarse pasados los 35 gracias al apoyo de su psiquiatra y al contacto con diversas personas. En esta entrevista cuenta cómo llegó a esa situación y qué pensaba cuando se encontraba aislada de la sociedad.

Si una persona se aisla en su casa y no tiene ningun tipo de actividad laboral ni académica ni social durante al menos seis meses puede estar sufriendo el síndrome...