Rusia, en una posición de gran firmeza y de implicancia cada vez mayor a favor de Siria, ha dado un gran giro geoestratégico en Oriente Medio. Ocurre en el marco que hemos denominado, “despeje de impasse en Oriente Medio”, tras el acuerdo nuclear iraní suscrito el 14 de julio de 2015 en Viena, Austria y en una situación de fuerte hostigamiento del viejo ejército estadounidense, cuyos engranajes ahora están desplegados, incluso, en las fronteras de Rusia.