España avanza hacia la quiebra, hacia la imposibilidad de devolver todo lo que debe y la opción más probable es que finalmente sea rescatada. Y por tanto, su economía sea intervenida. Pero no solo por la Unión Europea, que carece de capacidad suficiente para esta opción. Requerirá del concurso del Banco Central Europeo de un lado y del Fondo Monetario Internacional (FMI) de otro dadas las necesidades que pueden alcanzar las 200.000 millones de euros