Una enorme escultura esculpida en la pared arcillosa que separa el camino de acceso de la popular playa ubicada entre Mazagón y Matalascañas ha creado una inusitada expectación. De momento, el enorme rostro esculpido en la pared del montículo que protege Rompeculos no tiene nombre aunque representa a un hombre con ciertos tintes y rasgos épicos.

"Gero", como es conocido por su entorno, esculpe con sus propias manos diferentes animales como cebras jirafas y elefantes. Sus juguetes ayudan a estimular la imaginación y creatividad de los niños y niñas. Con su pelo largo y liso, su barba cana, sus ojos pequeños y su sonrisa bonachona, Gerardo Astudillo (68) parece un personaje sacado de alguna historia fantástica, como el Maestro, de la antigua serie de televisión “Érase una vez… el hombre”, o Gandalf, de las películas “El Hobbit” y “El Señor de los Anillos”.