Tanto a nivel internacional como local se van apilando signos ominosos que, hasta ahora, la mayoría decide ignorar. Quema de libros. Asaltos sobre el Capitolio. Intentos de golpe de Estado en Brasilia. Magnates que apoyan partidos neonazis y hacen saludos nazis. Razzias para deportar inmigrantes. Un genocidio en Gaza a la vista de todos. La multiplicación de discursos misóginos y homofóbicos. Cuando un historiador escriba la historia de este tiempo aciago, se sorprenderá de las múltiples alarmas que hubo de camino hasta aquí.