Varios estados, como Minnesota, Maryland y Nueva York, y algunos países, incluido Canadá, han adoptado varias exenciones fiscales para tampones y compresas. La idea es que los productos de higiene menstrual, como los medicamentos recetados y los productos alimenticios, son necesarios y, por lo tanto, no deben ser gravados. Washington exime los medicamentos recetados y la mayoría de los alimentos del impuesto a las ventas. La declaración de intención legislativa ha sido propuesta este martes por la concejala Teresa Mosqueda.