Bertolucci quería que María Schneider, entonces de 19 años, “reaccionara al acto de humillación de la violación, que sintiera los gritos”. (¿
Qué necesidad había de humillar a una actriz que, justo porque lo es, ya se le supone preparada para simular todo tipo de emociones?) No le resto un ápice de mérito artístico a sus obras maestras cinematográficas, como ‘El último emperador’. Pero, para mí, Bertolucci se comportó como un sádico. Rel:
elmundodealycia.org/bertolucci-confiesa-la-violacion-de-maria-schneide