Cada fin de semana, se repite esta escena. A pesar de que llevamos ya casi un año de pandemia y cerca de 70.000 fallecidos. Las multas por beber en la calle las acaban pagando los padres, como Carmen, a quien le llegó una de 200 euros porque su hijo participó en un botellón en Balmaseda. Y el ayuntamiento vizcaíno ha tomado nota de su idea y conmutará la multa por trabajos comunitarios. A partir de ahora, los menores multados por partipar en botellones, tendrán que participar en las labores de limpieza junto a los servicios de limpieza.

Fran, el sacerdote, asegura que «cumplía todas las medidas de seguridad» y que había invitado a los vecinos a salir a ventanas y balcones con los ramos preparados

El consistorio vizcaíno de Balmaseda ha decidio sustituir la fórmula de selección directa de personal entre 200 aspirantes por el sorteo "para acabar con ciertas prácticas arbitrarias del anterior equipo de Gobierno". La localidad vizcaína, que tiene una de las tasas de paro más alta de Euskadi con un 21,5%, contratará mediante este método durante seis meses a 14 desempleados.