En los últimos días, Caño y Ferreras han confesado (uno en directo, otro en diferido) haber ido con todo contra Sánchez e Iglesias. La técnica de la mesa Ferreras es tan fascinante como perversa: yo lanzo un bulo de la extrema derecha, los politólogos de centro lo analizan fríamente sin mojarse mucho y los diarios de izquierda lo desmienten, marcando así la agenda de todos los demás y retroalimentando sus audiencias