Mientras ETA termina de caer como una fruta pocha, el franquismo sigue floreciendo en homenajes, mítines, comunicados, túmulos funerarios y abyectas fundaciones subvencionadas por el estado español. El general Franco, el mayor asesino de nuestra historia, sigue siendo celebrado en ciertos medios, radios, periódicos y televisiones, como un mal menor, un salvapatrias o un cruzado del catolicismo contra las hordas rojas.