“Acabo de confirmar la mió dimisión como VS y miembru de la directiva de Foro Asturies porque siento que ya nun ye la casa del asturianismu. Igual que en otres partes la estrema derecha señala a los inmigrantes, a la xente LGTBI o a los separatistes, aquí la su obsesión somos los que defendemos el asturianu. Faigo un llamáu a axuntase pa la batalla cultural y polos nuestros derechos en 25 de Mayu, la resistencia asturiana”

La Fiscalía Anticorrupción pide la imputación del ex secretario de Estado de Energía en el Gobierno de Rodríguez Zapatero Pedro Luis Marín Uribe por el desvío de 30 millones de euros a los líderes del SOMA en Asturias con el pretexto de la construcción de una residencia de ancianos en Felechosa.

La UCO pone el foco en los correos que intercambió con dos de los trabajadores de Alcedo de los Caballeros. En uno de ellos, le pasa directamente el presupuesto de Felechosa. Señala que en negro está lo que a él le concierne y que, sobre ello, Juan, en referencia al constructor, puede cambiar lo que le dé la gana. En rojo, dice textualmente, está lo que tenéis que completar y revisar. En el emial les aconseja hacer bien el capítulo de memoria de carpintería y les pide que tengan cuidado si copian algo de otras ofertas, para que no sean iguales

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico notificó a la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies que por resolución de fecha 20 de noviembre de 2018, se impuso una sanción de 20.336,73 € (una de 10.000,01€ más otra de 10.336,72 €) al Ayuntamiento de Aller, por el vertido continuado de aguas residuales al cauce del río San Isidro procedentes de los núcleos de Felechosa y El Pino, sin contar con la preceptiva autorización administrativa de este organismo de cuenca.

Rodeadas de altos muros y cámaras de video vigilancia, al fondo de una avenida llena de grijo, con maleza en las aceras, se levantan los complejos residenciales que el expresidente del Montepío de la Minería, José Antonio Postigo, y el constructor del geriátrico de Felechosa, Juan Antonio Fernández, poseen en Mayorga (Valladolid). Hasta allí les llevó su afición por la caza. Ambos las adquirieron, en distinta fecha, de embargos bancarios y, según ha podido saber ATLÁNTICA XXII, por “muy poco dinero”.