la exclusión social es un problema creciente, con tasas de pobreza infantil particularmente elevadas. El sistema de salud, por su parte, se ha deteriorado en calidad, pero la rentabilidad ha mejorado. La política de ayuda a la familia se considera propia de un país subdesarrollado y persisten los roles tradicionales de género. En cuanto a las pensiones, el sistema es hoy más sostenible. Por último, la integración de los inmigrantes se ve facilitada por una amplia tolerancia social, y las ayudas al desarrollo se han reducido drásticamente desde