"Aceptar la diversidad" parece un slogan marketero simpático, y de pegada asegurada para ser "políticamente correctos" en la sociedad actual. Sin embargo, ser tolerantes a las diferencias ha sido siempre una de las mayores dificultades para la humanidad, causa de conflictos y múltiples formas de discriminación que han alterado permanentemente la justa aspiración de los hombres y mujeres de bien a vivir en armonía. Todos somos iguales, según la Constitución. También según los preceptos de algunas religiones, todos somos iguales ante Dios