"En la calle Londres hay un bar con los cubatas a 3,50 euros". "Tenemos que ir". Conversación robada a dos aficionados taurinos a punto de bajarse en Ventas, esa estación de la Línea 2 de metro con ladrillo visto en el andén, que cuando emerges de su boca en jornada taurina pareces estar saliendo de una esclusa de aire, con traje espacial, a otro planeta.