Después de casi dos semanas cerrado por el positivo de uno de sus empleados Todo empezó, según su propietario Paco García, porque dos jóvenes madrileños importaron el virus. Explicó que acudieron acompañados de dos clientes habituales de Oviedo / Uviéu y al grupo se sumó una mierense, todos positivos. Ocuparon un reservado donde fueron atendidos por el gerente, quien daría la voz de alarma cinco días después. Era lunes, bajaba a Madrid, pero dio la vuelta y a tras dar aviso en el trabajo, se hizo la prueba PCR.