El 2 de octubre se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de la No Violencia, designado por Naciones Unidas como tal en referencia al natalicio de Mahatma Gandhi, un hombre con un aporte histórico sumamente significativo a la cultura de paz. Pero México no puede celebrarlo, porque enfrenta una crisis de derechos humanos manifiesta en la inestimable cifra de desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, homicidios; en la persistencia de la tortura y otros tratos inhumanos y crueles.