Según una encuesta publicada hoy en el diario Bild am Sonntag, la derechista y euroescéptica Alternativa para Alemania (AfD) ha pasado en los últimos meses de un pingüe 2% al 10% de apoyos a nivel federal. Igualmente, más de la mitad de alemanes (53%) está en contra de la decisión de impedirles la participación en debates televisivos dada su radicalidad.

«¡¡Vergonzoso!!». Cuatro signos de exclamación puntuaban un post de Facebook reciente, en el que se expresaba indignación sobre un incidente ocurrido en la ciudad alemana oriental de Lostau. Los residentes acusaban a los refugiados de saquear un zoo interactivo, sacrificando algunas cabras y comiéndoselas alrededor de una hoguera. La historia iba directa al corazón de los amantes de los animales alemanes, de los contribuyentes, y de los que se oponen a la inmigración. Sólo había un problema: no era verdad. «Hace ya años que no tenemos zoo».

RSF ha indicado que el periodista Jaafar Abdulkarim, del servicio extranjero de la televisión Deutsche Welle y su equipo de cámaras fueron rodeados por manifestantes que les insultaron y gritaron Kanake (no blanco) a Abdulkarim, quien fue golpeado en el cuello por uno de ellos. Asimismo, José Sequeira, cámara de la agencia rusa de noticias Ruptly, fue atacado por un grupo de entre seis o siete personas hasta que intervino la Policía. Por otra parte, un fotógrafo denunció a la Policía que fue retenido y golpeado por varias personas, que además l

Según un sondeo de opinión realizado por INSA, el respaldo del AfD ha escalado hasta el 5,5 por ciento, su mejor cifra desde el pasado mes de mayo, con lo que habría conseguido capitalizar su discurso anti-inmigración.La ultraderecha alemana suma apoyos en medio de la crisis migratoria La AfD ha dado un giro desde su creación en 2013, con Bernd Lucke al frente y un discurso centrado en el rechazo a los rescates financieros en la UE; hasta ahora, con un nuevo líder, Frauke Petry, beligerante con el tema migratorio.

En las manifestaciones de Dresde seguramente también participan radicales de extrema derecha. Pero los movimientos como Pegida arrastran a personas de cualquier índole política y capa social. Todos participan de este fenómeno de masas. No como miembros de una masa con uniforme marrón neonazi que marcha por Alemania siguiendo una coreografía perfecta, sino como algo que saca a la luz una discusión sobre las preocupaciones y miedos de un número nada despreciable de alemanes.

Se abre la puerta a la posible salida del poder de la CDU en este estado, ya que una coalición de Die Linke (La Izquierda) con el SPD y Los Verdes podría desplazar a los conservadores, con lo que Turingia sería la primera región alemana gobernada por Die Linke.

Con la incorporación de AfD, el grupo de los Conservadores y Reformistas suma ya 63 escaños y adelanta a los liberales de ALDE (59) como tercera fuerza política del Parlamento Europeo, por detrás de PPE y socialistas. No obstante, la clasificación no está cerrada porque ALDE todavía debe decidir sobre la incorporación de partidos como UPyD y Ciudadanos.