La brecha entre las horas acordadas y las realmente trabajadas en el sector público alcanza niveles récord. En el cuarto trimestre de 2021, el último del que se disponen datos, los empleados públicos no trabajaron un 7,1% de las horas que figuraban en su contrato. En concreto, se registraron 33,8 horas efectivas de media a la semana, frente a las 36,4 que debían trabajar: una media de 2,6 horas menos a la semana.