El sacrificio del animal, que fue criado en semilibertad por una familia, se llevó a cabo sin ningún tipo de control sanitario. Los afectados, de entre 11 y 67 años se encuentran bien tras haber recibido tratamiento médico.

El comandante Adnan Afrin fue uno de los primeros en encontrarla. Una de las huellas más brutales que el autodenominado Estado Islámico ha dejado sobre toda aquella tierra que sojuzgó son las fosas comunes. Baghuz, el último rincón de su califato en Siria, no es una excepción. La utopía de su protoestado murió matando, salvajemente fiel a sus orígenes. "Son decenas de cuerpos decapitados, entre mujeres y hombres. No sabemos el número exacto", explica el oficial de las Fuerzas Democráticas Sirias, la alianza kurdoárabe apoyada por Estados Unidos

Enrique Ruano era estudiante de derecho, militaba en el que fué Frente de Liberación Popular, tenía 21 años, joven, muy joven, comprometido con la justicia social, la libertad y la democracia. Solo 21 años y no pudo envejecer, no pudo conocer la transición que ahora algunos desprecian, no pudo conocer las importantes movilizaciones de la clase trabajadora que hizo posible la democracia, no pudo conocer el desarrollo y crecimiento de las CCOO, no pudo llorar y quizás, quizás, no pudo ser un sobreviviente de la matanza de Atocha, como lo fué su

El fascista que entró, junto a otros ultraderechistas, en el despacho laboralista de CCOO de Atocha y que tiroteó a todas las personas que estaban allí ha tenido un periplo vital repleto de ilegalidades. En España, según el cómputo de la Audiencia Nacional, le restan por cumplir 3.855 días de condena, unos 10 años y medio, en los que, como preso fugado, le será más difícil acogerse a los beneficios penitenciarios de los que disfrutó cuando en 1991 fue puesto en libertad condicional.

García Juliá, que era un adolescente cuando cometió la matanza, fue condenado a 193 años de prisión como autor material de cinco asesinatos en el despacho de abogados de Atocha

Ocho personas han resultado muertas y un número indeterminado heridas tras un tiroteo en la Sinagoga del Árbol de la Vida en Squirrel Hill en Pittsburgh (Estados Unidos). El sospechoso de haber provocado la masacre está entre los heridos y se ha rendido a la policía tras un intercambio de disparos con las fuerzas del orden. Se trata de un hombre blanco con barba. La sinagoga estaba abarrotada de feligreses celebrando el sabbath, el día sagrado de los judíos.

El inicio de las audiencias de confirmación de Brett Kavanaugh como juez del Tribunal Supremo estuvo marcado por la polémica. El proceso del candidato de Donald Trump fue cuestionado por senadores demócratas y decenas de personas protestaron en la sala. Sin embargo, la escena más dramática de la jornada llegó a la hora de ir al almuerzo cuando Fred Guttenberg, padre de Jamie Guttenberg, una de las víctimas de la masacre una escuela de Florida, quiso estrechar la mano del juez. Kavanaugh le da la espalda sin darle la mano.