De esta forma, "no se quitaría ninguna hora de la segunda lengua extranjera, ni tampoco de música o plástica", que son las otras asignaturas optativas más comunes que sufrirían esta pérdida, "La solución más fácil y más justa sería quitar una hora de Religión", que no es una asignatura universal y que además dejará de tener valor para subir la nota media del Bachillerato, motivo por el cual "muchos alumnos la cogen"