"Cuando hago un sudoku, me concentro en un punto concreto, sin dejar de escanear las opciones horizontal y vertical. Al hacerlo, mi mano izquierda termina desmadrándose. Comienza un temblor, sufro calambres en mi mano y se mueve sin control". Así lo explica el paciente, que sin embargo puede controlar los ataques cerrando los ojos unos segundos, momento en el que cesan. La situación le vino tras un accidente de esquí que le llevó a estar sepultado y casi sin oxígeno durante 15 minutos.