Más de dos millones de agresores narrados en sólo dos semanas. Los asesinos son asumibles. Cuando una se da cuenta de que casi todas las mujeres –todas las que yo conozco, y conozco a muchas– han sufrido al menos una agresión sexual, mayor o menor, en la infancia, en la adolescencia o en la madurez, en el trabajo, en un transporte, en la piscina, en casa, en un bar o discoteca, en una fiesta de pueblo… cuando una se da cuenta de eso, debe darle la vuelta al sujeto. Detrás de los millones de mujeres agredidas hay millones de hombres agresores. M