Me doy cuenta, decía, de lo que falla en nuestra izquierda para pensar en esta cuestión. Para esas mentes rígidas, siempre es el “pueblo palestino” contra el “Estado de Israel”, como si en Israel no hubiera también pueblo, ciudadanía, gente inocente, y como si el monstruo fanático de Hamás no fuera un poder tiránico, sino una de las encarnaciones de un pueblo en busca de la libertad. ¿Qué demonios significa “Palestina libre” cuando los territorios palestinos están gobernados por fanáticos que nada tienen que envidiar a los ayatolás iraníes?