España, como el resto de países del sur de Europa, podría estar a punto de enfrentarse a una quiebra en sus cuentas públicas. Lo que significa que los gobiernos podrían quedarse sin dinero para pagar los hospitales, las pensiones o incluso sus deudas pendientes. Aunque esto pueda parecer solo un problema político, algo que se solucionaría recortando un poco las cuentas públicas, podría terminar traduciéndose en una crisis económica internacional, incluso en el final del euro tal y como se conoce.