Tras la publicación de la página pasada un hombre de 52 años se nos acercó para contarnos que jamás se había estimulado sus genitales porque lo consideraba impropio. Eso nunca le había importado, pero su pareja actual, de 31 años, lo hacía constantemente, incluso delante de él, y lo invitaba a seguirla, reclamo al que no sabía cómo responder. (...) Tampoco lo pasan muy bien quienes aprendieron a hacerlo con culpa o deprisa, burlando las prohibiciones de la familia y a la vez temiendo las supuestas señales que denunciarían esas prácticas...

Si hace unos días salía a la luz una hoja de Excel que detallaba las escasas relaciones íntimas de un hombre sexualmente insatisfecho con su mujer, el portal digital Guyism publica ahora una lista similar de una esposa poco atendida por su marido.

Sol estudiaba en su habitación con la ventana abierta cuando descubrió a un hombre masturbándose al otro lado. "A pesar del susto, me alegra haber sabido reaccionar y haberme crecido ante la intimidación que sufrí de ese tío", dice.

¿Son diferentes los antiguos enemigos a la hora de darle a la manivela?

Una escuela de Idaho prohibió un libro porque encontraron una frase que discutía el hecho de que la masturbación es pecado: "Si Dios no hubiera querido que nos masturbáramos, no nos habría dado pulgares". Tras la prohibición, un estudiante regaló libros en el parque.

Durante mucho tiempo la autocomplacencia sexual fue considerara un pecado terrible. Era común ver carteles sobre las camas de los niños que rezaban “Los niños buenos duermen con las manos por encima del cobertor”.