Todo ocurrió mientras el hostelero, al que se le culpa de una infracción en el desempeño de sus labores, realizaba en su bar una entrevista de trabajo a una potencial camarera. La barra había quedado libre, por lo que la pareja sentimental de éste se ocupó "puntualmente" de la clientela. La situación se 'torció' cuando tomó las riendas del negocio. Unos clientes le pidieron una consumición, que la mujer sirvió sin el menor problema y, aunque en el momento no ocurrió nada anómalo, lo que esta no sabía, es que esos consumidores no eran sino...