Gangosos, mariquitas, cojos, ciegos, putas, cornudos, un alemán-un francés-un inglés-un español, negros, gitanos… Protagonistas eternos de los chistes más chabacanos, casposos y crueles que se hayan hecho jamás en España. Siempre hemos sido especialmente incisivos con grupos étnicos o defectos físicos, y ni la muerte, el sexo, las enfermedades o las desgracias personales se han podido escapar de nuestra afición, más o menos acertada, a hacer gracietas y burla.