En 2018, el papa respondió a los gravísimos escándalos de los abusos sexuales a menores que sacuden a la Iglesia católica. En la carta, el Papa señala como víctimas a los menores o los adultos indefensos, pero no habla de mujeres, y mucho menos de religiosas.Seis meses despues, aparecieron en la prensa denuncias de abusos sexuales de miembros del clero a muchas religiosas, sobre todo en África y Asia, pero también en Europa. Se abre así un nuevo escándalo, que tampoco afecta solo a alguna oveja negra, sino que ha resultado ser sistemático