La historia que protagonizan Siti Nurhidayah Kamal y Jay y Dee Windross es el claro ejemplo de la falta de empatía y escrúpulos en los que parece que ha caído un mundo cada vez más dominado por las nuevas tecnologías. A veces ayudan, pero otras veces también dan lugar a situaciones como por la que ha terminado en prisión la joven malaya, de 24 años. Todo ha ocurrido en Melbourne, según informa Daily Mail. Allí a Jay y Dee Windross les robaron el móvil, supuestamente en los baños de un centro comercial y, desesperados, pidieron ayuda para recupe