La policía de la moral de Irán se vio obligada a realizar varios disparos de advertencia cuando una multitud intervino para evitar que dos jóvenes fueran arrestadas por no llevar hijab. El incidente ocurrió en Narmak, al noreste de Teherán, una patrulla advirtió a las jóvenes que no tenían el hijab apropiado y en minutos un grupo de ciudadanos se reunió para evitar el traslado de las mujeres. El incidente terminó con la multitud arrancando la puerta de un vehículo policial, según informó la agencia estatal de noticias IRNA.

Según varios estudios y encuestas, la sociedad turca no es más religiosa que hace una década pese a las grandes sumas gastadas por el Gobierno para crear lo que Erdogan llamó “una nueva generación piadosa”

El cantante Hamid Askari y su grupo dieron un concierto en Teherán el pasado 30 de Enero. Sin embargo no volverán a actuar.Su música fue prohibida por las autoridades religiosas porque dejó que Negin Parsa, la chica guitarrista,cantara al final de una canción. Según la ley iraní, basada en la sharia islámica,las mujeres solo pueden cantar frente a mujeres. Si hay hombres en el público,puede cantar con otros hombres, en dúo o grupo, pero no en solitario. Un video publicado muestra el final de la canción, en la que Parsa cantó durante 12 segundos

Lunes, 22.30 de la noche. Una decena de mujeres de distintas provincias se reúne en torno a una cámara de vídeo. Cada una en su salón, su cocina o su cuarto, se saludan a través de Zoom, una aplicación de llamadas de vídeo grupal. En común tienen que todas forman parte del mismo 'mandala': un timo piramidal que se está expandiendo por España.

“El velo es como el alcohol: hace daño a una edad temprana y tiene que estar prohibido en la infancia”. Así de claro se ha pronunciado una pensadora tunecina, Hélé Béji, respecto a la eterna cuestión –llevamos 15 años con la copla– de qué hacer con el velo islamista en Europa. Son palabras mayores. Pronunciar “velo” y “prohibición” en la misma frase hoy día casi equivale a ondear una bandera rojigualda con aguilucho, yugo y flechas o sacarse un selfie con Santiago Abascal montado a caballo.