Decía Foucault que, si pensamos en la mecánica del poder, tenemos que pensar en su “forma capilar de existencia”, es decir, cuando el poder alcanza el cuerpo de los individuos y se inserta “en sus gestos, actitudes, sus discursos, su aprendizaje, su vida cotidiana”. Pensaba en esto -en el sometimiento que se acepta a lo largo de los años, en la normalización de las violentas presiones y los desprecios, en la asunción tramposa de la culpa- leyendo ayer varias denuncias de trabajadores que acusan al influencer y youtuber Fortfast...