"Cuando Putin llega, nunca se irá". El apoyo de Moscú para acabar con los disturbios acerca más a las autoridades kazajas al Kremlin y afianza la esfera de influencia rusa. No hubo titubeo alguno. Ante la llamada de auxilio del presidente de Kazajistán, Rusia acudió, junto con los demás países que forman parte de la OTSC, a su rescate. A día de hoy, las autoridades kazajas han detenido a cerca de 10.000 manifestantes y, durante la semana que duraron las protestas, murieron al menos 154 personas. La situación está controlada.